El día 9 de febrero de 2023, le solicité por WhatsApp a Laura Blanco, no es la primera vez, ni espero que la última que me ayuda, su colaboración para encontrar a una persona voluntaria, dispuesta a retratarse para la interpretación de esta ocurrencia. Le mandé la partitura, y preguntas suyas le puntualicé:
Sí, necesito a una persona que encaje con el perfil “Warhol´s stars”, más o menos, aunque ese calificativo sea muy subjetivo…
Tendría que tener el suficiente ego, como para soportar que le hagan 40 Polaroid seguidas y con el mismo gesto para todas.
El día 17 de febrero me escribió:
Hola Rafa! La persona que creía idónea está de vacaciones en el caribe. Sigo intentando.
El día 19 de febrero me dijo que, la hija de una amiga quería participar. Y que tenía 16 años. Le dije que perfecto. Y quedé con ella y con su madre en ARCO el miércoles 22 de febrero a eso de la 16:00h. Laura me pasó el contacto de Sara, la madre, y me dijo que la chica se llamaba Zoe. Laura me dijo que Zoe quería hacer el año próximo el bachillerato artístico. De Sara averigüé por internet que es guionista.
El 21 de febrero Sara me escribió:
Hola Rafa, soy Sara amiga de Laura. El miércoles por la tarde voy a ARCO con mi hija Zoe (16 años) y me dijo Laura que quizás querías hacerle unas fotos polaroid. Ella está encantada con la idea, pero me pregunta qué ropa ponerse o si mejor con maquillaje o sin maquillaje. ¿Nos puedes dar indicaciones?
A lo que yo le respondí:
Buenos días Sara.
Bueno lo primero darle las gracias a Zoe (y a ti por autorizarla), por participar en la interpretación de esta ocurrencia.
En cuanto a cómo ha de acudir a la sesión Zoe. La ocurrencia surge de Warhol, del modo en que él reflejaba la realidad que encontraba a su alrededor. Sus personajes son de toda índole, desde estrafalarios a anodinos, pero todos especiales para él. Con o sin artificios, interpretando un personaje o siendo ellos mismos. Los aceptaba tal y como ellos se presentaban ante él. Yo creo que en un retrato el artista es la persona retratada, y en este caso eso es importante. Por tanto, ha de ser Zoe la que decida cómo quiere mostrarse ante la cámara, quién quiere ser. Para mí lo que ella decida será lo importante. Lo dicho, muchas gracias.
También le mandé una fotografía de la obra de Warhol: Ethel Scull Thrirtysix Time, 1963. Y le decía:
Este es el cuadro que provoca la ocurrencia, aunque no es relevante para lo que me preguntas, pero bueno, son datos…
A las 18:00h, de 21 de febrero, en Arco, tras solventar algún problema técnico, nos pusimos manos a la obra. Minutos antes habíamos buscado el sitio idóneo, nos decidimos por la zona de ArtsLibris, situada en el pasillo que une los pabellones 7 y 9. Le pedía a Zoe que se situara bajo un foco. Vestía un jersey de lana largo, color teja. Sobre el jersey y sus hombros caía una larga y densa melena pelirroja, y sobre su pecho un collar dorado con una estrella, también dorada, de cinco puntas.
Zoe decidió adoptar una pose en la que no miraba al objetivo, como fingiendo no darse cuenta de estar siendo fotografiada, o como si le diera igual. Diciéndolo todo sin decir nada. De pie, con expresión seria, los brazos entrelazados a la espalda, y apoyándose en la pared. No cambió su postura durante toda la sesión. En la partitura se pedía que no se modificara la postura, pero la libertad del intérprete siempre es más importante.
La sesión se realizo (expuso) cara al público. La gente que pasaba sin cesar condicionaba las tomas, de algún modo se convirtieron en coautores. Las particularidades mecánicas de la cámara instantánea, y de la película polaroid aportaban también un grado de indeterminación y automatismo al resultado final de las fotos, eludiendo así los manierismos formalistas.
Las 40 instantáneas las tomé tan rápidamente como me permitía la máquina. Las fotografías según las expulsaba la cámara las iba depositando, junto a mí, en el suelo, boca abajo para darles el tiempo necesario para su revelado.
Sara registró motu propio, parte del proceso con un vídeo. Tras su consentimiento este sirve como documento de la interpretación.
Cuando terminamos, recogí las instantáneas del suelo. Nos tomamos algo en uno de los restaurantes de la feria y comentamos lo sucedido. Después nos despedimos. Comprometiéndome, yo, a mantenerles informadas de la evolución de esta ocurrencia (formalización, edición en mi web, y futuras apariciones en exposiciones), para hacerles también partícipes.