Coincidiendo con la celebración de la feria de Arco, ataviado con un cartel (a modo de hombre anuncio), portado sobre los hombros, donde se podía ver el título de la ocurrencia: “Arte de venta”, y debajo de esto, una ilustración de cada una de las monedas de curso legal en la zona euro (de la cara en dónde se indica su valor).

Paseando, de esta guisa, en las postrimerías de la entrada sur de IFEMA, junto a la boca izquierda del metro Feria Madrid y, ofrecía a las personas que por allí transitaban, mi presencia performativa, y para aquellos interesados en preguntar, un concepto o idea relacional.

A los que me interpelaban les decía que, en mi bolsillo tenía ocho monedas, las de 1, 2, 5, 10, 20 y 50 céntimos de euro, y las de 1 y 2 euros. Y les ofrecía, como posibles coleccionistas, la oportunidad de conseguir una o más de las monedas, al precio de otra moneda del mismo valor y divisa, que la que desearan adquirir. Con la particularidad de que, esa misma moneda que la/el coleccionista me ofrezca en calidad de pago, entraría a formar parte, a su vez, del conjunto de ocho monedas, anteriormente descrito, que se ofrecerá indefinidamente a las personas interesadas en adquirirlas.

A los coleccionistas se les ofrecía (y en lo sucesivo se le ofrecerá) la posibilidad, si ella/os lo consideraban oportuno (para el proponente no es estrictamente necesario), de certificar la adquisición, mediante unas fotos que recojan el momento del intercambio de monedas. Para formalizar el certificado, se les solicitaba también su nombre y dirección de correo electrónico, para poderles hacer llegar dicho documento, una vez debidamente cumplimentado.

De estos certificados se editarán dos copias, una para el proponente y la otra para la persona que adquiera la moneda.

Si se desea, los certificados pueden imprimirse sobre papel fotográfico, respetando el tamaño (41,5 x 29,78 cm.) de la imagen del archivo digital facilitado. Este documento puede exponerse, si así alguien lo estima pertinente.

Se vendió una moneda de 20 céntimos. La coleccionista dio su nombre y dirección de correo electrónico para que se le mandara el oportuno certificado.

La obra sigue abierta.